Rubén Cárcamo Bourgade

lunes

SANGUCHITO DE PALTA.


Palabras cliché que sacan palabras. Me tienen hasta la escasa tusa que me pertenece, las voces muletillas, los bocinazos de vocablos casi guturales que nos hacen trampa en el discurso. Vamos viendo. Por ejemplo el: HABER, HABER, HABER...


Ese tonito en estribillo del superior que interrumpe una conversación - por lo general difusa, pero no por ello menos sustanciosa – para poner orden desde su autodesignado limbo hegemónico; ¡Que m'enfurece! Se lo permito solo a las 4 esquinas con las que comparto amistad. Sin esa pata, la mesa cojea y no podríamos beber, ni jugar un dominó, ni al corre el anillo. Tiene mi permiso solo por una vezen cada reunión.



En una de esas me equivoco y la expresión es: A VER, A VER, A VER... Porque el prepotente quiere mirar lo que se escucha. Separar LO importante de la paja argumental. Igual: ¡ Que me’nfurece!

Otras son; 

DIGAMOS LAS COSAS COMO SON, 
DIGAMOS LAS COSAS POR SU NOMBRE, 
DIGAMOS LAS COSAS CON TODAS SUS LETRAS. 
Todas ella dichas para advertirnos que LA verdad nos será develada, sobre todo cuando se va a mentir. Es como si te dijeran; 

- Mira cabrito, esta es Mi Conclusióny  no sigáis en el tema porque lo cerré.

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO. Es otra estupidez nacida de cualquier dogma. ¿Así es que, porque estás convencido tú, tengo que creerte yo? 

MUY BUENA PREGUNTA. Me asquea. Hay derechamente el tipo te está diciendo ¡Sabés pensar! Bien por ti! 

PONER EL PUNTO SOBRE LAS IES, cuando perfectamente podemos emplazarlo sobre otras sugerencias; y especialmente sobre el de fuga por ejemplo. Para proyectarnos, digo.

COMO DICE "SUTANO". Creer que un nombre de cualquier autor de una cita, libro, manifiesto, nota o vademécum que nadie conoce le otorga certificado de podium triunfador o escaño superior. Lo más cierto es: el locutor de turno lo conoce de oído. Detesto el dato, el presunto prestigio, el membrete de notorio. La muleta que no te pertenece para apuntalar tu argumento.

LA GENTE OPINA. Eso es traer agua hacia el propio molino desfachatadamente, porque al decir la gente da un certificado de no sé qué. ¿De la mayoría? Esa mayoría que piensa uniformemente. ¿Y quién asevera que la mayoría no está equivocada? La gente, es la que tú conoces, tu burbuja,  tu ámbito. No es "toda la gente".

Todo mal.
Supongo que hablo por alguien o por muchos.

LA GENTE COMO UNO; no dice esas barbaridades. Mis amigos son como uno para todos y las dicen. Son como la Sopa para Uno; malas pero se tragan porque alimentan y dan calor... Y me callo. Silencio que expresa mi gran amor y gratitud a ellos; por soportarme.
No dejaré pasar la muletilla que demuestra indignación por el transporte;  ES UNA FAlTA DE RESPETO o ES INACEPTABLE. ¡Pero qué te crees! ¿Acaso porque te cobraron el pasaje que debiste pagar y no lo hiciste,  es una falta de respeto cobrarte?.  Acaso es inaceptable que debas caminar - como cualquier contribuyente - hacia tu lugar de trabajo. ¡Qué te crees! ¿Quién eres tú?

Pero la que más detesto es la palabra INTERESANTE. La aborrezco. Es una palabra neutral, de goma, vil, canalla e hipócrita, llena de podredumbre y cobarde, tibia en la nebulosidad de su significado, ¿Qué es interesante? No lo sabes. Y descubres que quien lo dice simula interés y porque cuando le preguntas qué quiso decir, tartamudea. Tiene que pensar para salvar.  Pero más que nada la detesto porque es una palabra no-lugar. Donde todos pasan pero nadie está, es un espacio de todos y de nadie, o sea estéril. No existe; tanto como un país con vista al mar, como un grafitti, como un rumor. 

Descubre al falso en sus palabras, no en sus ideas. Es probable que no sean suyas. Sus ideas son como timbres de agua, encajadas, frágiles, difusas y a veces parecen verdad porque están llenas de Lugares Comunes pero que en definitiva son NO-lugares. Al menos no los tuyos. Nadie puede pensar por ti y mucho menos como tú.


Y esa sería mi predica de esta semana, que titulé; Sanguchito de palta.
Me dirás:
- Pequeñeces te molestan...

¿Acaso no te has dado cuenta que las palabras nos protegen? En el principio fue el verbo, la acción, nunca fue el sujeto. Fue la acción lo que le dio existencia al sujeto, el verbo... pero la palabra no es charlatanería, ni poética literaria. Cuando la palabra es honrada, lúcida, hasta la poesía y la literatura manan solas.
- Pamplinas querida. Pamplina de poeta.

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