Una cosa que llama la atención
del contexto sociopolítico de nuestro tiempo, es que no es fácil definirlo, porque: vivir en
Europa o en Norteamérica no es lo mismo que vivir en la India o Sudamérica, son
realidades distintas, entonces, todo
foro “mundial" no habla de todo el mundo, pues los diagnósticos dependen mucho
de la posición política y de la región del mundo en la que uno vive. ¿A
alguien de Sudamérica le importa la
crisis de Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, quizás mañana de España? No saldrá solución alguna de quienes son
responsables de la crisis que vemos.
Dice Boaventura Da Sousa; “hay un
crecimiento de la desigualdad en el mundo; pero, si los señores del Foro Mundial
están tan preocupados; ¿por qué no FINANCIAN ellos mismos las soluciones? No lo
hacen porque el problema es otro. Las desigualdades crean un problema de governance,
esa palabra trampa que tenemos hoy en el léxico de las ciencias sociales. Sus
preocupaciones pasan por palabras como governance, estabilidad, gobernabilidad,
estados débiles o fallidos, tráfico, terrorismo, etc.”
Se está generando una nueva voz.
Una voz de otras costumbres, de otras raíces,
otra manera de gobernar, otras formas de democracia, de nacionalidad. Ante el desgobierno que ha generado LA DESREGULACION DE
LOS CAPITALES FINANCIEROS, el contexto sociopolítico es muy preocupante.
Para aquellos que luchan por
una sociedad y un mundo mejores, y mientras el mundo capitalista se vuelve más desigual,, es muy difícil imaginarse un mundo
POSTCAPITALISTA, También no logramos ver alternativas.
Hay un momento de ceguera, de
invisibilidad de las posibilidades.
¿Y si lo que viene fuera peor?
Eso crea temor. Y mucho más que la
injusticia, la discriminación, la humillación, la segregación y la indignidad
que padecemos. Porque nada puede ser peor que las prácticas que los grupos sociales han sufrido de manera sistemática, con la destrucción, opresión y
discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las
naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado; tales como la propiedad
individual de la tierra, el sacrificio de la madre tierra, el racismo, el
individualismo, lo material por encima de lo espiritual y todos esos
monocultivos de la mente y de la sociedad, que bloquean la imaginación para emanciparse. Se han sacrificado
prematuramente las alternativas. Se es blanco o se es negro. Se sigue pensando
como colonizador-colonizado.
El socialismo crea temor porque
los obtusos no logran separarlo del comunismo. Pero ambas palabras son trampas
eurocéntricas como lo son, la lucha de clases, la alienación. Es necesario imaginar otra forma de sociedad,
una alternativa correcta. Eso se logrará entendiendo acertadamente el contexto
intelectual. Es necesario sacudirse de la fijación; libertad capitalista - opresión comunista.
Hoy hay una crisis de hegemonía
y eso es una oportunidad. Para nadie es
un misterio que la hegemonía de Estados Unidos está fenecida. A lo mejor tendremos
durante mucho tiempo un sistema mundial sin ningún país hegemónico, donde nadie
controle el capitalismo global.
En ese contexto hay que
comenzar a pensar en algunas preguntas, con una NUEVA MANERA DE PREGUNTAR:
¿Quién reflexiona lúcidamente sobre
la realidad de la crisis, entendiendo
que la realidad no es la eurocéntrica?
¿Quiénes – de un contexto
intelectual distinto - están haciendo un
diagnóstico certero del presente?
¿Cuál es el contexto
intelectual que existe para comprender que la crisis, es una crisis eurocéntrica?
¿Cuál es la posibilidad cierta
de reconstruir y legitimar una sociedad más justa?
¿Una sociedad más justa es una
sociedad más libre?
¿Qué nos
impide pensar liberados del timbre colonial y cambiar? - ¿Para qué existe la palabra desarrollo? ¿Para que la gran mayoría de los pueblos del mundo sean considerados, de un día para otro, subdesarrollados? Nótese que al considerarlos subdesarrollados económicamente, también se consideran subdesarrolladas sus instituciones, sus leyes, costumbres y filosofías. Sus ideas.
¿Cómo cambiar las cosas si todos piden
urgencia? Cuando los cambios son de muy
largo plazo - pues implican cambiar mentalidades, maneras de vivir y convivir, de socializar por
último; hay que asumir que nunca podrán ser urgentes.
Nos han hecho creer que los
cambios trascendentes de la sociedad los generan individuos con nombre y
apellido, entes que tienen “propiedad intelectual”, inventores, autores, nombre
más o nombres menos, sujetos históricos conocidos. Pero quienes han producido
cambios progresistas siempre han sido grupos sociales totalmente invisibles
para la teoría crítica eurocéntrica; como las mujeres, los indígenas, los
campesinos, los desempleados y oprimidos. Negándose a todos ellos la causalidad
del proceso histórico y también a un conjunto de actores que no se organizan en
partidos o sindicatos, no hablan lenguas coloniales y, además, cuando se
traducen estas lenguas nacionales a las lenguas coloniales, no salen los
conceptos que podríamos esperar, es decir, socialismo, comunismo, etc.; si no conceptos
como Dignidad, Respeto, Autodeterminación, Territorio.
Por lo que he leído hasta ahora, para estas preguntas solo hay pocas respuestas, pero sé que ellasvienen contundentes.
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