Rubén Cárcamo Bourgade

miércoles

DE NUESTRO HIMNO NACIONAL


(He decidido creer este posteo) 

El primer texto del himno chileno fue escrito por Bernardo de Vera en 1819 por encargo de Bernardo O'Higgins, estrenándose el 28 de septiembre de ese año. 


Como no tenía música, se usó la del himno nacional argentino,​ compuesta por el español Blas Parera en 1813. Es decir, partimos pidiéndole prestado a los vecinos. 

Como era impresentable esta situación, se le encarga a Domingo Arteaga, teniente coronel de Ejército y edecán de O'Higgins la tarea de buscar un compositor para el himno. Esto fue bastante complicado. 

El trabajo fue encargado al músico peruano José Ravanete, quien, al verse sobrepasado por la solicitud y no ser capaz de crear algo original en poco tiempo, adaptó el texto a una melodía en contra de la invasión de Napoleón Bonaparte a España. 

De hecho, ajustó algunas frases en las que le sobraban hasta cuatro notas. Para mantener la melodía completa, agregó a las últimas sílabas de cada estrofa un ripieno como solución, o sea: 

Arrancad el puñal al tirano, sí, sí, sí, sí. 
Quebrantad ese cuello feroz, sí, sí, sí, sí. 

Ese chanterío fracasó rotundamente en su estreno y el arreglo de Ravanete indignó a de Vera, quien exclamó airado: 

- «¡Tiene visos de goda,​ tiene visos de goda!» 

*Goda = proveniente o relacionado a España. 


Luego del fiasco (muy a lo gobierno de excelencia), Domingo Arteaga encargó la composición al violinista y guitarrista Manuel Robles, la que fue aceptada y respaldada por O'Higgins.

Tanto así que fue estrenada el 20 de Agosto de 1820 para celebrar 3 acontecimientos: 
- El 42.º cumpleaños del Director Supremo, 
- La inauguración del teatro de Arteaga (el primero de Santiago)
- El zarpe de la Expedición Libertadora del Perú.

Entremedio hubo una propuesta de un nuevo himno nacional del argentino Juan Crisóstomo Lafinur, el cual fue estrenado con bastante éxito y aceptación, pero que habría "herido las susceptibilidades de De Vera y Robles, por lo que no se cantó más.


Durante el gobierno de Freire, se encarga al maestro y compositor dramático español Ramón Carnicer (exiliado en Inglaterra por ser liberal y anti monárquico). Su presentación oficial ocurrió en el teatro de Arteaga el 23 de diciembre de 1828.



La versión musical de Carnicer no fue refrendada por ningún decreto oficial del presidente Francisco Antonio Pinto (1827-1829) y reemplazó casi inmediatamente a la de Robles.

Esto generó mucha polémica, pues contó con la oposición de la gente mayor, que gritaba 


- «¡La canción vieja, la canción vieja!»*,​ y de los sectores populares, que cantaban el himno nacional con la melodía de Robles. 

(Como ven, esta "vieja" tenía más apoyo que la otra).

Recordemos que la letra del himno que se había escrito en 1819, «cuando estaban los ánimos muy exaltados, contenía conceptos y sobre todo palabras ofensivas para la España», por lo que en 1844 cuando se restablecen relaciones diplomáticas con la península, no les cayó muy bien.


En 1845 Manuel Puerta de Vera, ciudadano español avecindado en Chile, solicitó al presidente Manuel Bulnes «mandar variar la letra de la Canción Nacional en todo aquello que ofende a los españoles», iniciativa que fue apoyada por los periódicos como El Mercurio y El Mosaico.

Es más, en 1847 Salvador de Tavira, el primer encargado de negocios de España en Chile, objetó algunos versos de la Canción Nacional de Vera por considerarlos hostiles e injuriosos hacia su país.

Así, en el afán de los gobiernos chilenos de llevarse bien con España (costumbre hasta nuestros días), el Presidente Bulnes le encarga el trabajo al poeta Eusebio Lillo, quien compuso seis estrofas en octavas y dos intentos de coro en cuarteto.




Finalmente, Lillo desechó sus estribillos y decidió conservar el de Vera. El himno nacional chileno -con música de Carnicer, letra de Lillo y coro de Vera- fue entonado por primera vez el 17 de septiembre de 1847.

Durante toda la segunda mitad del siglo XIX se mantuvo una férrea polémica entre los partidarios de ambos himnos (De Vera-Robles y Lillo-Carnicer), cosa que se acaba zanjando en 1909 cuando se publica la edición oficial y completa de la letra del himno.

También es importante señalar que en ese momento se establece que oficialmente se cantarán la 5ta estrofa y el estribillo solamente (Dato importante a recordar).
Esto fue formalizado en el Decreto Supremo 3482 del 12 de agosto de 1909 del Ministerio de Instrucción Pública. 

Posterior a eso, se ratificó hacia fines de la presidencia de Pedro Aguirre Cerda, mediante el decreto supremo 3737 del 27 de junio de 1941.

Y LLEGAMOS A LA DICTADURA


Acá se vuelve a normar la interpretación uniforme de la «Canción Nacional de Chile», la letra del poeta Eusebio Lillo y la música de Ramón Carnicer oficializándolo mediante el decreto 6476 del 21 de agosto de 1980 del Ministerio de Educación.

Este decreto es importante, porque NO ESTABLECE que se deba cantar la 3ra estrofa. Esa fue una decisión arbitraria de las autoridades de la época buscando realzar la mal llamada "gesta heroica de 1973", por lo que su uso tenía un carácter ideológico más que formal.

Debido a esto es que al asumir Patricio Aylwin la presidencia, se oficializó la tradición republicana de cantar la quinta estrofa y el coro por medio del decreto 260 del 30 de marzo de 1990 del Ministerio del Interior que indica:

Artículo único: Déjase establecido que a partir de esta fecha, en las ceremonias o actos en que se cante el Himno Nacional, éste se ejecutará en la siguiente forma: Quinta estrofa y coro. 

RESUMIENDO:
¿La estrofa de los valientes soldados la escribió Pinochet?  No, pero la usaron ideológicamente. Lograron darle un grado de identificación con la dictadura cívico militar que inevitablemente genera separación entre los chilenos desvirtuando completamente su inspiración.

Lo infame de esa estrofa: realzó rol de militares ocultando la matanza. No es culpa de Lillo, sino de Pinochet que la manchó. Lily Marlén es una canción nazi prohibida en Europa. En Chile opera castigo social sobre esa estrofa.
Imagen
En cualquier caso, la estrofa de la discordia muestra la permanencia del pasado que nos pesa. Ese pasado está en la cultura y la memoria colectiva, y es muy difícil removerlo. Por eso es que provoca polémica social.



Es significativo que hoy muy pocas personas entiendan qué es lo que quiere decir este himno, por cuanto fue escrito en un español que ya no se usa. Por ejemplo, "Dulce Patria, recibe los votos" lo asocian al sufragio. Se refiere a las promesas. Como los votos de los curas.

Peor ocurre con el verso siguiente: "Con que Chile...": muchos cantan "en tus alas juró". La expresión correcta es "en tus aras juró" y se refiere a los altares en los que se pronunció el juramento.


No es "kiola tumba" ni menos "yo la tumba" como cantan las criaturas perdidas: Es "Que, o la tumba serás de los libres o el asilo contra la opresión" y se refiere a que quien nace en Chile muere libre y a que quien busca asilo aquí lo hallará como ocurría en el siglo XIX.

BONUS TRACK

¿Por qué se parecen los himnos de Chile y Bolivia? Este es el himno boliviano:


HIMNO NACIONAL DE BOLIVIA (CANTADO) 
Bolivianos, el hado propicio Adotado en 1851

La música del himno chileno es obra del español Ramón Carnicer como ya dijimos y la himno  boliviano es una creación del italiano Leopoldo Benedetto Vicenti.

Según cuenta la leyenda, por sus versos “sublimes” y su belleza “que eriza los cabellos”, Vicenti se emocionó hasta las lágrimas cuando la escuchó por primera vez en el Teatro Municipal de La Paz, el 18 de noiembre de 1845.

Quizás las lágrimas de Vicenti eran de éxtasis por su sinvergüenzura, pues las lloró 17 años después de que Carnicer entregara oficialmente la partitura del himno chileno al ministro Mariano Egaña, por ese entonces en Londres.

Otro dato interesante es que Vicenti, antes de viajar a Bolivia a componer su obra maestra, había estado en Chile, de donde pudo haber sacado alguna inspiración.

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