En el idioma
hebreo, abarra significa lo que se pasó de malo.
Es similar al verbo aberrar (Ab = separación del exterior de un límite y Errare = errar, vagar) que significa; el que vaga y se aleja.
Es similar al verbo aberrar (Ab = separación del exterior de un límite y Errare = errar, vagar) que significa; el que vaga y se aleja.
Hoy podríamos usar simplemente
otra expresión que significa lo mismo; Mall de Castro, a pesar que ese
engendro dejó de vagar en la mente de iluminados empresarios y fue expelido como un
acromegálico mojón de Gullivier en pleno
centro de la ciudad, en su punto más alto, para que se note la monumentalidad del despropósito,
por quien eyecta, que no proyecta, el
más soez de los adefesios, que no
edificios y al lado, ni más ni menos, de la catedral de Castro.
El Mal de Castro, es un bautizo
para cuando la criatura ya está en pie, olvidando que el origen de ese engendro,
está en la médula del espíritu nacional desde los años 80 y la cultura que se
nos implantó desde aquel entonces.
Desmenucemos los orígenes del
monstruoso hijo del desvarío.
Como no recuerdo mal, sino que
muy bien, mi primera aberración conocida fue una iglesia mormona ejecutada en pleno
Cerro Concepción de Valparaíso. Estupor e incredulidad fue presenciar ese
extraterrestre con amplios antejardines implantado en calle porteña de fachada continua
y calamina. Los porteños ya están narcotizados por lo cual una vez aplicada la forma
que aletarga, es fácil continuar con otros desaciertos de
similares perfiles y cualquier cosa análoga pasa por el supuesto ojo avizor con
mucha facilidad.
Los mormones, que no tienen culpa
alguna, no diseñan sus iglesias al modo
local sino que la importan y aplican lisa y llanamente como un timbre. Y ese timbre
cae donde creen necesario, a vista y paciencia
de cualquier organismo, llámese Dirección de Urbanismo, Dirección de
Arquitectura, Dirección de Obras, Comité Patrimonial, Colegio de Arquitectos, la cacha de la espada, vidrio molido, papel picado… chaya y que siga la paya.
Uso una manoseada expresión: “digamos
las cosas como son” ¿Dónde están los guardianes de nuestro patrimonio si no es
en la ética profesional de los arquitectos? La he visto aplicada en los negocios
más brutales a costo de perder algo más que los encargos, como por ejemplo la intervención de mi amigo Manuel
Gaete, que sumó voces - oportunamente -
para modificar el trazado de la Costanera del Lago Villarica. Recibió descalificaciones
tan brutales como:
“Los opositores no son más de
diez personas”… como si no representaran a nadie.
“Tienen tiempo y dinero de sobra”… como si no se creyera que existe el altruismo.
“Los que se oponen no son de Villarrica”… como si Villarrica fuera un feudo privado, una entelequia para soñadores o una patria distinta. Pero se anticipó Manuel. Contra viento y marea se sumo a cientos de voces oportunas que lograron hacer las modificaciones necesarias. No todas, pero peor es nada. Esa manía que tiene el ser humano de querer “dominar” la naturaleza y hacer lo que se le plazca, tuvo en la gestión de Manuel y de los suyos, un párele.
“Tienen tiempo y dinero de sobra”… como si no se creyera que existe el altruismo.
“Los que se oponen no son de Villarrica”… como si Villarrica fuera un feudo privado, una entelequia para soñadores o una patria distinta. Pero se anticipó Manuel. Contra viento y marea se sumo a cientos de voces oportunas que lograron hacer las modificaciones necesarias. No todas, pero peor es nada. Esa manía que tiene el ser humano de querer “dominar” la naturaleza y hacer lo que se le plazca, tuvo en la gestión de Manuel y de los suyos, un párele.
Lo de Castro pareciera ya un
hecho consumado. Vieja táctica para la cual se sueña un nombre apropiado para la
constructora hechora del disparate; como
su nombre lo indica, la Constructora PASMAR, pasma, deja con la boca abierta, deja helado,
pasmado, entumecido, abobado, atontado, dormido, embaucado... para qué sigo, si esto es un pelmazo hasta el infinito.
He colaborado en la construcción
de dos mall y al menos cuatro o cinco supermercados. Estos últimos surgen apartados
de los centros urbanos, están junto a autopistas o vías de fácil acceso, para lo
cual se hacen los estudios de impacto vial correspondientes y en áreas sin relevancia
significativa y son siempre horribles.
Un mall inmerso en un área
notable, requiere algunos cuidados
mínimos. Me voy a referir a un mall; El Mall del Centro de Ripley,
adosado a la iglesia de Santo Domingo de Santiago de Chile entre calle Puente, Rosas y 21 de Mayo. En él se respetó la
fachada Art Decó del edificio original y
casa de reposo del viejo arzobispado. Se respetó el color, la escala. Técnica y
económicamente no reviste mayores complejidades ni costos exorbitantes. Todo
bien. Tampoco vamos a decir que es una maravilla, no sé si aprueba, pero al menos no ofende.
La segunda aberración que conocí, fue la tienda Ripley de Valparaíso. Se demolió la fachada del hermoso Cine Valparaíso también de estilo Art Decó. Las figuras del mural que representaban la historia de la humanidad en secuencias, de María Antonieta bajándose de un carruaje, un tren que parecía salir del muro, el Zeppelin, una banda de Jazz, fueron arrasados, no por la música de Pompa y Circunstancia que acompañaba el cierre de cada función, sino por el atronador martinete neumático de los demoledores.
Se implantó frente a la Plaza Victoria una fachada de muro cortina con el agravante que la oficina de arquitectos del encargo Mall del Centro y la Tienda Ripley de Valparaíso, es la misma para un mismo cliente.
¿Por qué ese respeto en Santiago y no el mismo respeto en Valparaíso ciudad Patrimonio de la Humanidad?
Porque en Santiago la Dirección de Obras
cuestionó el proyecto inserto en SU casco histórico... y en Valparaíso la misma
entidad se acomplejó, se declaró incompetente. Se chingó. Hizo vista gorda.
Y la tercera aberración - que es un paréntesis - la voy a confesar ahora porque los implicados ya están todos jubilados y necesito desmentir "La Memoria Chilena": http://www.memoriachilena.cl/temas/dest.asp?id=musicavalpoteatro
El Teatro Victoria, por el cual tantas lágrimas han derramado lo nostálgicos de El Puerto, fue demolido para construir el esperpento que hoy mal disfrutan los porteños, con la excusa del terremoto de 1985. Ese teatro no tenía daños estructurales. Pero el decreto municipal ordenó su demolición para permitir la llegada de la “modernidad” al puerto.
Y la tercera aberración - que es un paréntesis - la voy a confesar ahora porque los implicados ya están todos jubilados y necesito desmentir "La Memoria Chilena": http://www.memoriachilena.cl/temas/dest.asp?id=musicavalpoteatro
El Teatro Victoria, por el cual tantas lágrimas han derramado lo nostálgicos de El Puerto, fue demolido para construir el esperpento que hoy mal disfrutan los porteños, con la excusa del terremoto de 1985. Ese teatro no tenía daños estructurales. Pero el decreto municipal ordenó su demolición para permitir la llegada de la “modernidad” al puerto.
Volvamos a Castro.
Cómo es posible que un alcalde no Pare, ni Mire ni Escuche al estamento de una comunidad profesional, para asesorarse y juntar las inteligencias, en una acción corporativa del prontuario del saber racional. ¿Quiénes lo han elegido? ¿Acaso son personajes expelidos de algún programa farandulero?
Cómo es posible que un alcalde no Pare, ni Mire ni Escuche al estamento de una comunidad profesional, para asesorarse y juntar las inteligencias, en una acción corporativa del prontuario del saber racional. ¿Quiénes lo han elegido? ¿Acaso son personajes expelidos de algún programa farandulero?
Cómo es posible que su respuesta sea, y cito: “este es un problema de Castro y no del resto del país” refiriéndose a un
área patrimonial. ¿Qué se cree? ¿Qué educación tiene? ¿Qué cultura posee? ¿Cuáles son sus
sueños para un país mejor, aparte de ser reelecto, por supuesto.
Cómo es posible que un alcalde
crea que para resolver sus problemas y promover el desarrollo de una comunidad
tan particular, como lo es Castro,
aplique la premisa de la sociedad de consumo y de la economía de mercado.
Cómo puede creer convencidamente,
que su Ilustrísima Alcaldía es una
empresa como cualquier otra y que su gestión debe ser
encajada en la camisa de fuerza de la libre competencia y el autofinanciamiento.
Entonces, el que vaga y se aleja de lo correcto, de lo civil, de lo urbano, es - primero - el quehacer de los arquitectos que
han banalizado su responsabilidad, el de las instituciones que ha devaluado la
cultura y el de las autoridades que han mercantilizado su ejercicio, porque la
voracidad del capital no tiene límites, nación, ni ley y si fallamos todos en la denuncia oportuna, heredaremos a nuestros hijos un país en el cual ninguno de nosotros quisiera vivir.
Santiago de Chile, 2 de Marzo 2012.
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De Cristian Warken.
Ya es tarde para que una legislación a la altura de nuestra geografía, pare la afrenta de la hidroeléctrica.
Ya es tarde para impedir que se destruya, incendie, saquee el poco patrimonio urbano que nos va quedando.
Es tarde, porque al estar lo público, el “servicio público”, en ruinas, es fácil que las ratas y las termitas se desaten a devorar los restos de las grandes construcciones.
El “todos”, el “nosotros”, han desaparecido como una entelequia romántica y, al debilitarse las barreras de contención de la desmesura y la avidez, el gran Monstruo de la Usura y la ganancia fácil anda suelto por las calles y los bosques de Chile, devorándolo y devastándolo todo.
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De Cristian Warken.
Ya es tarde para que una legislación a la altura de nuestra geografía, pare la afrenta de la hidroeléctrica.
Ya es tarde para impedir que se destruya, incendie, saquee el poco patrimonio urbano que nos va quedando.
Es tarde, porque al estar lo público, el “servicio público”, en ruinas, es fácil que las ratas y las termitas se desaten a devorar los restos de las grandes construcciones.
El “todos”, el “nosotros”, han desaparecido como una entelequia romántica y, al debilitarse las barreras de contención de la desmesura y la avidez, el gran Monstruo de la Usura y la ganancia fácil anda suelto por las calles y los bosques de Chile, devorándolo y devastándolo todo.
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Es mas que claro que los chilotes estan de acuerdo con esta monstruosidad, anda a preguntarle a un chilote si le interesa un poco las postales de los palafitos o las historias del trauco o la pincoya, pero dales un casino y un mall y les importará una raja que un poco mas al sur estén protestando por el aislamiento y tengan que endeudarse hasta la coronilla para poder usar estas fealdades arquitectonicas. Un gorroo de laana,
ResponderEliminarte mande a compraar,
para el duro inviernooo,
me endeudé en el mall...
La belleza de Chiloé está en deuda, el espejo ha sido quebrado.
ResponderEliminarEl trauco ha sido homenajeado al erigir ese adefesio… ayudó con su maldad a derrotar arboles y engañando a los viejos y a los jóvenes, les vendió su tierra y le fue infiel, algo que siempre bien ha sabido hacer.
Avísenle al caleuche para qué pase...A buscar a los difuntos, que hay por miles y que ya nada pueden hacer ante esta maldad