Me superan esas palabras que me embriagan y crecen, explotan pequeñas palabras, que frágiles se agrietan con nuevas pupas, sin definiciones claras ni sensaciones de inteligibles y sutiles conceptos que se abren a millones de significados cayendo al abismo de lo que pudieren significar. Me mareo. Entre pena y miedo, pasiones y risas que bambolean la realidad hacia el sacramento y milagro tenaz de la vida en el lenguaje. Mis palabras – creo - son inmortales, fijas, la única realidad de la cual nacerá la esperanza de creer que aquí alguna vez estuve. Inmortales, las repito; ciervas mías y siervas.
Y he aquí que ellos expresan sus propias vidas con palabras que espero que mueran porque no son mías. Mi fe está en la palabra y para ellos no son más que un vehículo donde se entremezclan las intuiciones confusas de saber, si por acaso se dieron a entender. Y por eso el gesto, el ruido gutural, el brillo, las cejas y el dedo y el movimiento que acompaña su cantinela: ¿Entonces cómo explicar este discurso que me enviaron por el celular?
Toa almania staria en 6 o 7.= Toda Alemania estaría en 6 o 7
Nuevas luchas serían batalladas como operetas. Si hubiésemos ganado la guerra - sin embargo,
no la ganamos,. . . gracias a Dios. . . y a la carta por eso.
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