Rubén Cárcamo Bourgade

sábado

17.- Ya bebí todo el potaje

Ya bebí todo el potaje. Se me restituyó el vataje. (Esta palabra es extraña. No sé si es lo que quiero decir. El PC se ha quedado mudo. Capaz que sea por los retos. ¿Se entiende?) Las expresiones como violonchelo, barza, mula, jote, guatero galáctico son expresiones del almuerzo que danzan por la mesa entre plato y plato. Y no entiendo si no explican. Están muy lejanas a mis cavilaciones sobre el polvo de los muertos que cae en mis cabellos y sobre las plumas blancas del cuervo níveo que serán mi ocaso.Pero estoy aún presente en ese almuerzo.
Me superan esas palabras que me embriagan y crecen,  explotan pequeñas palabras, que frágiles se agrietan con nuevas pupas, sin definiciones claras ni sensaciones de inteligibles y sutiles conceptos que se abren a millones de significados cayendo al abismo de lo que pudieren significar. Me mareo. Entre pena y miedo, pasiones y risas que bambolean la realidad hacia el sacramento y milagro tenaz de la vida en el lenguaje. Mis palabras – creo - son inmortales, fijas, la única realidad de la cual nacerá la esperanza de creer que aquí alguna vez estuve. Inmortales, las repito; ciervas mías y siervas.
Y he aquí que ellos expresan sus propias vidas con palabras que espero que mueran porque no son mías. Mi fe está en la palabra y para ellos no son más que un vehículo donde se entremezclan las intuiciones confusas de saber, si por acaso se dieron a entender. Y por eso el gesto, el ruido gutural, el brillo, las cejas y el dedo y el movimiento que acompaña su cantinela: ¿Entonces cómo explicar este discurso que me enviaron por el celular?
Toa almania staria en 6 o 7.= Toda Alemania estaría en 6 o 7
Nuevas luchas serían batalladas como operetas. Si hubiésemos ganado la guerra - sin embargo,
no la ganamos,. . . gracias a Dios. . . y a la carta por eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario