Hay instancias donde se cruzan imágenes que parecieran no tener conexión entre sí, sin embargo una reflexión es el ligamento que las cose.
Leí; "La Arquitectura es el testigo insobornable de la Historia porque no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él, el testimonio de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones..." OCTAVIO PAZ.
Leí; "La Arquitectura es el testigo insobornable de la Historia porque no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él, el testimonio de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones..." OCTAVIO PAZ.
Hace unos días subí unas fotos cuyo único título era: “Arquitectura Californiana”. En verdad estas imágenes correspondían al amplio término de Arquitectura Moderna. Pero me quedó dando vuelta lo de California porque esa ciudad fue cuna del movimiento hippie en los 60', con una propuesta de una nueva forma de vida.
Me gusta la Arquitectura Moderna. Me agrada más que nada por las formas limpias de su estética, casi aséptica, y me agrada la forma por la forma en la composición más abstracta y fría de su estilo. Y de la estética hippie; me gusta la sicodelia del color.
Con igual pasión puedo afirmar que la Arquitectura Moderna no tiene alma. Pero esta expresión ya es una intuición casi sentimental e individual que no convence a nadie pero a mí me calza.
Dijeron que la obesidad de esa arquitectura era el color blanco, no puedo olvidar que en ese mismo tiempo y en el diseño de mobiliario, ropa y artefactos, aparecieron nuevos colores asociados a lo tóxico y ciertas elucubraciones sobre la composición del color, como el Magenta, que unos lo explican como una adecuación de nuestro cerebro para entender algunas longitudes de ondas de la luz y otros como un color espiritual.
Fucsia, Calipso, Verde Nilo, Beige etc., son los verdaderos transgresores de lo que llaman la “verdad material” porque ninguno de ellos, según los entendidos en la Teoría del Color; existen. Pero me desvío de la intención de este texto.
A esta limpia arquitectura, higiénica y pura, nada se le opuso en el campo de batalla.
Y el campo de batalla fue la Guerra Fría. La arquitectura Moderna o “estilo internacional” afectó la identidad de muchas ciudades. Un bello y santificado exceso de racionalismo inundó primero las cabezas de los arquitectos, las facultades universitarias y luego las ciudades del mundo.
El proceso de diseño se sistematizó científicamente en el Capitalismo y en el Comunismo (Mercado y Estado). Ambos pecaron de fe ciega en la ciencia, tanto, que iniciaron una huera carrera hacia el espacio.
No es extraño entonces, afirmar que es una arquitectura impuesta a ambos lado de la cortina de hierro. Esa que resultó ser una simple y flexible cortina metálica, que en arquitectura hizo su parangón de Placa y Torre.
No deja de ser paradójico, que abandonada la reflexión crítica y las verdades antagónicas de cada lado, ellas se transformaran en meras frases publicitarias y ambos tuviesen una misma arquitectura.
Patético, hasta la tragedia, es que hoy algunos sigan repitiendo conceptos aprendidos en su primario adiestramiento.
Patético, hasta la tragedia, es que hoy algunos sigan repitiendo conceptos aprendidos en su primario adiestramiento.





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